Tengo guardado
en el bolsillo de mi alma,
un matiz de la vida bien distinto,
al que hasta ahora, figuraba.
Tengo guardado
un te quiero y
un te amo,
mil besos de amor
rojos y aterciopelados
y un millón de palabras
que enamoran.
Todo ello adornado y confitado
con las caricias de tu mirada,
con esos abrazados tuyos
tan abrazados,
en los que no queda espacio
ni tan si quiera,
para un suspiro,
aunque suspirar a veces
sea un bien muy necesario.
Foto: Pedro Ignacio Fernández |