Donde comienza mi espalda
y se pierden mis sentidos,
tus besos de fuego siento,
buscando con anhelo
al resto de mi cuerpo.
Y entre mis puentes
tus manos cerciorando
el caudal de mis deseos,
paso abierto y directo
para llegar al firmamento.
Es entonces cuando siento
el calor de tu espada,
blandiendo con furia y desenfreno
en el canal de mis entrañas,
haciéndome sentir que aún siento
pasión entre mi almohada,
a pesar de tantos años
de vida acostumbrada.
Y siento que tú también sientes,
y te siento, y
me sientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario