Murió mi cuerpo repentinamente
quedando mi vida y sus vidas ausentes,
atrapada en un cuerpo muerto
e inerte
en el que sólo está liberada mi mente.
¿Caminaré?
Caminaré hacia la primavera
sintiendo amor por vez primera,
envolviéndome entre sus colores,
sus olores y su naturaleza
etérea.
Caminaré hacia el verano
tiempo de júbilo, sol y arena,
pidiendo deseos a las
estrellas,
a las estrellas y a su luna
llena.
Caminaré hacia el otoño
profundo, austero y sombrío,
hasta encontrar un madroño
para abrazar y no sentir
frío.
Caminaré hacia el invierno
esquivando sentimientos
adversos,
preguntas vacías y absurdas
que no tienen respuesta
alguna.
Caminaré,
caminaré por angosto que sea
el camino.Foto: Pedro I. Fernández |
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