Dolorida tengo el alma
al verte hundido y abatido,
mis palabras te han herido
y yo no sé pedir perdón.
Dolorida tengo el alma
el orgullo testarudo
me ha atrapado y desalmado
obcecando mi razón
y ya no sé pedir perdón.
Ya no me duele nada
mis sentidos se han unido
destruyendo a la soberbia
enterrando mi rencor
venciendo así: EL AMOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario