Foto: Pedro Ignacio Fernández. |
Palabras que hieren y amenazan
dejando la autoestima
congelada
diminuta, castigada y
lastimada.
Palabras que abofetean el
alma
empobreciendo al maltratado,
engalanando al acusado.
Palabras que dañan sentimientos
no entendiendo el porqué de
su existir
cuando la existencia es la
exigencia
a cada instante y en
cada momento
de agradar y hacer el bien a
los demás.
Aún nos quedan bellas palabras:
palabra de honor, palabra de Dios,
palabras de amor, palabras de
poetas
en el exilio, en el destierro,
en las quimeras, en las
estrellas.
Dura, muy dura... Pero leyendo la siguiente veo el horizonte que tu atisbas...!!
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