Tengo alma de sirena
pero con los pies en la tierra
y el corazón en la marea.
Tengo alma de pirata
y ya sabes, a mí nadie me atrapa,
solamente la mirada,
de la sirena enamorada.
Tengo alma de bucanero
no siendo buen consejero,
pues solo vivo,
juego y me recreo.
Tengo alma de grumete
y no me gusta quien promete
por eso ven, calla y luego vete.
Tengo alma de marinero
ámame a mí primero
y luego ya veremos.
Tengo alma de capitán
surcando amores por alta mar
y mil tesoros por encontrar.
Foto: Pedro Ignacio Fernández |
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