Vacía y sola me encuentro
en un mar de aparente sosiego
pero atisbado y repleto
de turbulencias oscuras
y marejada profunda.
Hastiada de remar y remar
sin norte y sin rumbo
sin velas y sin mástil,
sin timón ni timonel,
sin vigía ni guía.
Pero remaré y remaré,
sin cesar, hasta encontrar
un puerto donde atracar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario